EL COMIENZO DE LA AUTOEXPRESIÓN
Es muy difícil que esta etapa de garabatos del niño pase desapercibida para los padres. Por varias razones una de ellas es que casí siempre dejan sus huellas en la pared del comedor y por otro lado también la recordamos por el inmenso placer que produce ver las primeras manifestaciones plásticas de nuestro hijo.
El niño desde que nace se esta expresando en un primer momento a través del llanto cuando siente displacer y con sonrisas o gorgogeos cuando esta bien. En esa interacción íntima con la madre y en una completa dependencia con su entorno el ser humano comienza su vida.
La época de las grandes conquistas esta marcada por la adquisición de la marcha y el lenguaje, el niño comienza a apropiarse del espacio desplazándose y actuando en su ambiente. También a apropiarse de su mundo, nombrándolo y de esta manera entrando en el mundo simbólico del adulto. La autonomía que va adquiriendo le produce mucho placer y el mundo que va descubriendo es una fuente de retroalimentación constante de experiencias que va integrando en su mundo interno.
Alrededor de los dos años empieza en el niño la etapa del garabateo y dura hasta los cuatro años marcando el comienzo de la autoexpresión. En su expresión plástica el niño nos muestra como va representando el mundo, como lo va asimilando y acomodando a sus esquemas. En los dibujos se perfilan todas las transformaciones que sufre el niño a medida que crece y se desarrolla, podemos conocer tanto su desarrollo intelectual, como el emocional.
La etapa del garabateo se puede dividir en 3 momentos:
• El garabateo desordenado, que se caracteriza por los trazos sin sentido, donde el niño siente un gran placer en la descarga kinestésica.
• El garabateo controlado, ya no es un trazo sin sentido sino que empieza a encontrar una relación entre los movimientos que realiza y los trazos que ejecuta en el papel.
• El garabateo con nombre, es cuando el niño asigna un nombre a su dibuja x ej esta es mamá, lo que significa que empieza a establecer una relación del dibujo con el mundo que lo rodea.
Luego los movimientos circulares y longitudinales van evolucionando hasta formas reconocibles, siendo la figura humana el primer signo logrado, con una forma de renacuajo.
Hay que siempre tener en cuenta la individualidad del niño y que estas etapas son flexibles, hay niños que las logran antes y otros demoran un poco más. No hay que exigirles más de lo que están prontos para dar y hay que tratar de alentarlos en cada ejecución. Las críticas pueden disminuir su autoestima y crearles cierta inseguridad. La expresión plástica en el niño es una manera de expresarse y una fuente de place inagotable.
Materiales
Debido a al poco control motriz que tienen en los primeros garabateos, no son recomendables los lápices, ni las lapiceras, ya que en primer lugar se pueden lastimar y por otro lado la punta se quiebra muy fácilmente. En cambio los sylvapenes y las crayolas gruesas son un excelente vehículo para que la expresión sea plena y segura.
La dactilopintura (pintura para pintar con los dedos) , la utilización de temperas y pinceles son buenos y los pueden utilizar en las primeras etapas acompañados por un adulto.
No son recomendables las acuarelas ya que los trazos son muy cortos y lo que el niño busca es la descarga motriz.
En cuanto al soporte a utilizar lo mejor son espacios amplios como cartulinas o hojas de caballito. Igualmente es bueno que el lugar donde el niño va a realizar su actividad le brinde libertad, donde no este pendiente de que si ensucia la mesa, mamá se va a enojar.
Compartir una tarea con el niño donde se pone en juego la creatividad puede ser un momento de distensión para los padres y de calidad de tiempo brindado a el niño. Lo más importante es que su hijo se sienta querido y respetado, ya que es la base para poder desarrollar todos sus potenciales y crecer sano.
